ASESINOS EN SERIE
La política solo en sus mejores momentos es igualdad y
razón en los más es interés y conflicto.
El poder tiene pocos momentos buenos y pretender que
entienda que se equivoca es casi siempre una tarea imposible. En democracia, el
poder, sustenta sus decisiones en la legitimidad que le aportan los votos y esto,
hace creer a nuestros gobernantes estar en posesión de verdades absolutas. De esta manera pueden saltarse sin
el menor rubor su programa electoral, no solo
no realizando sus promesas si no lo que me parece mucho más grave
convirtiendo en negro lo que hasta el día de ser elegidos era blanco.
Nadie entendería el empecinamiento de un medico que tratara
para una enfermedad a todos sus pacientes
de igual manera y el resultado fuera la muerte de todos. Bueno podríamos
entenderlo si el objetivo de este medico
fuera matar a todos sus pacientes.
De igual manera contemplo
atónito como nuestro Gobierno se empeña en aplicar recetas
cuyo resultado desastroso ya hemos visto en otros países cercanos. Una reforma laboral cuyo único objetivo es facilitar el despido,
rebajar los salarios, romper la paridad existente en las negociones colectivas fomentando los convenios de empresa sobre los
sectoriales y unos recortes
presupuestarios que especialmente son brutales en cuanto a la inversión
pública.
Y el resultado será y ya lo estamos viendo más paro, menos
consumo, más déficit, más crisis, más ayudas, más deuda, más crisis, más
recortes y al final se nos muere el paciente, como a nuestro medico.
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